¿Qué decir de esta pelí? Pues que a los que os guste la danza, la música, el teatro, la arquitectura y las emociones sinceras, es una película totalmente fantástica.
Es danza?
Es teatro?
O tan solo...
VIDA.
AMOR.
LIBERTAD.
LUCHA.
ANHELO.
GOZO.
DESESPERACIÓN
REUNIÓN.
BELLEZA.
FUERZA.
"Danzad, danzad,
o sino, estaremos perdidos."
Pina Bausch.
Todavía se puede ver esta película en sesiones de madrugada en salas de Madrid. Aunque no sé por cuanto tiempo.
En 3D ha de ser
"sobresaliente."
Pina Bausch es una coreógrafa Alemana. Debería haber dicho fué pues murió recientemente, pero esta obra de cine, del no menos grande Wim Wenders, la eleva al cielo de los inmortales. Y supongo que de la misma manera permanece en los que hayan presenciado una de sus obras.
Pina tenía una compañía de baile. Una compañía especial dado el carácter/carísma de Pina. Todo viene de la necesidad de expresión.
“Yo fui una gran tímida de niña. Y vivía con mucho susto, un sentimiento que aún conservo y que, en parte, ha sido mi motor. El miedo mueve. El miedo hace crear porque tú quieres inventarte un mundo donde tus ideas y tus sueños funcionen”.
El canto, la recitación y la pantomima no faltaban entre los recursos expresivos de Pina Bausch, que parecía haberse propuesto desde sus comienzos convertir sus coreografías en obras de arte totales.
A menudo las bailarinas y bailarines no guardaban relación con ideales de belleza. Implicación en las obras.
Como ejemplo,
para una de sus obras, puso un anuncio en el periódico de Wuppertal: Damen und Herren ab 65 (Damas y caballeros a partir de 65). Así comenzaba aquel aviso extraño que buscaba candidatos para representar una función de danza...
..."¿Y por qué no?”, dijeron la mayoría de aquellos hombres y mujeres. Quizá era el desafío que necesitaban cuando ya no eran lo suficientemente jóvenes para proponerse grandes ambiciones, pero tampoco lo bastante viejos para permanecer anquilosados, sin hacer otra cosa que pasear e ir a algún que otro recado. Decidieron salir al encuentro de alguien a quien no conocían, pero sospechaban que llevaba con ellos toda la vida. Ese otro yo que, para empezar, era comprendido y reconocido por los demás. Gracias a aquella locura, podían hacer algo que creían haber perdido para siempre.
Pina y Wenders hace mucho que querían haber trabajado juntos en algún proyecto, pero ha tenido que ser, como mucha veces pasa, una obra de elogio póstumo la que podemos ver en esta peli.
Gran coreografía, gran música, grandes localizaciones, grandes artistas y mucho cariño germánico.
